Un viaje cultural por España está en el origen del primer ensayo publicado por Federico García Lorca

El piano de García Lorca

Federico García Lorca opinaba que el verdadero dominio de las reglas del arte consistía en la capacidad de saltar sobre ellas cuando lo requerían las necesidades expresivas del artista. Así nos lo cuenta él mismo en este artículo, aportando los ejemplos de algunas exquisitas  piezas musicales de grandes compositores de su lista de favoritos. Nosotros te proponemos escuchar, para este viaje cultural al mundo de Federico García Lorca, una selección de tres piezas maestras:

  • «Sonata Appasionata» de Beethoven
  • «Nocturnos» de Chopin
  • «Don Quijote» de Strauss

Como curiosidad digna de mención, anotamos aquí que éste artículo fue el primer texto de Federico García Lorca que vio la luz pública. Y lo hizo en el Diario de Burgos , gracias a la mediación de su profesor Martín Dominguez Berrueta, con quien se encontraba realizando un pequeño Viaje Cultural por España en aquel otoño de 1916 en el que nuestro poeta contaba con 18 años de edad. 

Todos saben que Federico García Lorca fue  uno de los grandes dramaturgos de la historia de la literatura española. Pero conviene recordar que antes que dramaturgo él era, ontológicamente hablando, un poeta; y antes que un poeta, un músico. Por eso fue capaz de ver mejor que nadie la renovación expresiva que, por la vía de la musicalidad, supo introducir el poeta nicaragüense Rubén Darío, en la anquilosada poética española anterior al modernismo.

A continuación, sin más preámbulos, te proponemos que leas directamente las palabras de Lorca, en el artículo que publicó sobre las reglas de la música (y la poesía), y al mismo tiempo, escuches en tu dispositivo las grandes piezas musicales que para él eran un ejemplo de ruptura superior de las reglas establecidas. En este artículo, Federico García Lorca se refiere al poeta nicaragüense Ruben Darío como el gran renovador musical de nuestras letras, que logró para la poesía una revolución comparable a la que hicieron Beethoven, Chopin, o Strauss para la música. 

 

Divagación de Federico García Lorca sobre las reglas de la música

Un ensayo juvenil de Federico García Lorca, que fue publicado por primera vez en el otoño de 1916 en el Diario de Burgos.

Desde luego, que para base no hay más remedio que aprender las reglas, pero una vez por encima de ellas, si se rompen, únicamente hay que inclinar la cabeza ante las obras.

Viaje cultural a la Granada de Federico García Lorca

La música es en sí apasionamiento y vaguedad.

Con las palabras se dicen cosas humanas; con la música se expresa eso que nadie conoce ni lo puede definir, pero que en todos existe en mayor o menor fuerza. La música es el arte por naturaleza. Podría decirse que es el campo eterno de las ideas…Para poder hablar de ella, se necesita una gran preparación espiritual y, sobre todo, estar unido íntimamente a sus secretos. Nadie, con palabras, dirá una pasión desgarradora como habló Beethoven en su Sonata appasionata; jamás veremos las almas de mujeres que Chopin nos contó en sus nocturnos…

Los espíritus fuertes o débiles, pero grandes, nunca se fijan en las reglas, porque las reglas del arte son únicamente para cierta clase de temperamentos. Y cuando llegan los apasionados, los epopéyicos, los dulcemente histéricos y locos, no las miran y van adelante con su corazón; y aparece Wagner, tan despreciado y amado, y Ravel, tan técnico y tan extraño que hace sonar instrumentos que no existen, y Debusssy con su honda y extravagante melancolía…

Para sentirla es necesario poseer imaginación loca y nerviosa, y casi se puede afirmar que una vez vencido al formidable dragón de su técnica, el que tiene dentro la fantasía y la pasión habla con ella inconscientemente.

Seguramente Glinka no se dio cuenta de que usó por vez primera la escala de fonos raros. Ni Rameau notó “la sexta añadida” descubierta por él por necesidades de la expresión de su alma.

Las reglas son inútiles, sobre todo cuando se encuentran con hombres de temperamento genial como Rubén Darío, que las rompió todas con su "Marcha triunfal".

Los “escolásticos ñoños”, y pone-trabas aún se escandalizan de las “quintas” consecutivas que tantas maravillas se pueden hacer con su uso, y se hacen de cruces al escuchar las modulaciones maravillosamente desquiciadas de Debussy

Y es que las reglas, principalmente en este arte de la música, son inútiles, sobre todo cuando se encuentran con hombres de temperamento genial, a la manera de Sttrauss…Y lo mismo ocurre con todas las artes y con  la poesía.  Llegó Rubén Darío  “El magnífico” y a su vista huyeron los sempiternos sonetistas de oficio que son académicos y tienen cruces, y huyeron aquellos de las odas a lo Quintana, y los que hacían poemas a lo Ercilla. Y él rompió todas las reglas, pero con aquella cantidad de ideas y de espíritu que guardaba en su corazón, y dio al silencio cuando cantó su “Marcha Triunfal” y es que las reglas se han hecho tan solo para las mediocridades, que a la fuerza se empeñan en hacer una obra y se aprenden esos infectos manuales y dale que dale hasta que enseñan un soneto hecho en tres años o una misa en Do mayor.

Desde luego, que para base no hay más remedio que aprender las reglas, pero una vez por encima de ellas, si se rompen, únicamente hay que inclinar la cabeza ante las obras.

Los espíritus fuertes o débiles, pero grandes, nunca se fijan en las reglas, porque las reglas del arte son únicamente para cierta clase de temperamentos. Y cuando llegan los apasionados, los epopéyicos, los dulcemente histéricos y locos, no las miran y van adelante con su corazón; y aparece Wagner, tan despreciado y amado, y Ravel, tan técnico y tan extraño que hace sonar instrumentos que no existen, y Debusssy con su honda y extravagante melancolía…

Hay ideas en los hombres tan grandiosas que no admiten el molde del compás...siempre que la obra exprese un estado de ánimo con suma expresión, debemos callar ante ella

Para iniciación son las leyes necesarias, pero cuando los momentos dramáticos y hondos de la vida envuelven al músico, éste, en sus amarguras, lo atropella todo y habla y hace sentir a los demás muy fuerte en una obra llena , según los puristas, de imperfecciones…. Las pasiones humanas son mil y mil en infinita tonalidad, y mil y mil los hombres que cada uno ve las cosas según su alma, y si una corporación o una academia da un libro en el cual dice lo que hay que hacer y no hacer, aquellos espíritus alegres o atormentados, religiosos o perversos lo rechazan con espantoso terror como un águila a quien van a cortar las alas…, y es una cosa de lógica aplastante. ¡Cómo encerrar un corazón en una cárcel de otro! Por muy extraños que sean los choques desenlazados de segunda que tanto usa Debusssy, nadie puede afirmar ni negar que aquello sea un absurdo; sólo podrá decir: me gusta no me gusta; pero nunca: esto es malo o bueno. Entre la bondad y la maldad sólo existe la diferencia de la manera de mirarlas…, y además que nadie, absolutamente nadie, tiene el don divino de saber y comprender los estados de las almas. Por regla general, estos señores pone faltas, que no saben de sentimiento y que se agarran a las reglas como el niño hambriento a la teta, son unos pobres infelices que creyeron que ya tenían el bagaje intelectual, con poseer un diploma laudatorio de una de esas nefastas corporaciones.

Pero son los que enturbian la vida a los artistas, criticándolos, oscureciéndolos y ahogándolos con su influencia…, y se recuerda aquella fauna de hombres hienas que mordían a  Beethoven, y los que aún impiden la gloria de los genios modernos…

No hay nada más estéril y vacuo que un reglista de esos que miran en los discursos si ha habido exordio.

Esos catálogos de acordes que aún se estudian y que a tantos muchachos hacen olvidar la música, y que castran espiritualmente, son los que dicen más descaradamente el imposible de ajustarse a sus mandamientos.

Hay ideas en los hombres tan grandiosas que no admiten el molde del compás, y si lo varían y lo rompen con amor, con fuego tal y como lo sienten, si con aquello han expresado un raro pensamiento, se debe dar por bien hecho, y nosotros lo sentimos en su dolor, hemos de afirmar su enorme expresión, y por lo tanto, lo enormemente artístico que es…

Strauss hace su Quijote tan discutido, con toda la baraúnda orquestal y aún es poca y poco desbarajustada para lo que él quiso contar con sonidos

Y hay también que pensar que en la música, donde tanto se expresa el dolor, que éste salta por encima de todas las cosas y producirá alteraciones inarmónicas y armónicas raras…, pero ¿qué cosa más desquiciada que el dolor?…

Siempre que la obra exprese un estado de ánimo con suma expresión, debemos callar ante ella… El delicado Sully hizo aquellos minués tan perfectos, tan deliciosos, tan sujetos a las leyes de la armonía de su tiempo… y habrá nada más correcto y atildado que un minué, y ahora Strauss hace su Quijote tan discutido, con toda la baraúnda orquestal y aún es poca y poco desbarajustada para lo que él quiso contar con sonidos.

Lo incomprensible para muchos de este arte de la música, les impide poder sentir sensaciones que ningún arte da y que sobrepuja al alma misma. Yo conozco a personas que se retiraron de oír música, abrumados por las ideas que sentían. Un arte así no cabe en las reglas. La noche no tiene reglas ni el día tampoco.

Ahora bien, que muy pocos serán los que hablen trágicamente con ella…Es una vampiresa que devora lentamente el cerebro y al corazón…¿Ejemplos? Todos los músicos.

( Federico García Lorca: 1917)

 

Firma Federico García Lorca

Bibliografía y fuentes multimedia

EXPERIENCIAS EN 5 SENTIDOS +2

Sobre nosotros

Nuestra pasión hecha realidad es organizar verdaderas experiencias y viajes culturales para conocer mejor la cultura española, cuidarla y crecer con ella.

Ser hispanófilo...

Es estar al día de nuestros viajes, descuentos y promociones, de nuestras publicaciones culturales en el boletín

Síguenos

Edad de Plata

Revive con nosotros la Edad de Plata de la Cultura Española de la mano de nombres como Federico García Lorca, Ramón y Cajal, Dalí, Buñuel…

Desde 15€

Siglo de Oro

Descubre de la mano de un guía especializado, los secretos más interesantes de la época más gloriosa de la Literatura Española

Desde 12€

ACTIVIDADES A MEDIDA

Para pequeños grupos, asociaciones, familias, amigos, instituciones pedagógicas, universidades, etc

Orígenes del Reino de Castilla

Un viaje cultural desde Madrid para sumergirnos en los orígenes medievales de uno de los reinos peninsulares más importantes de la Historia de España: el Reino de Castilla

Desde 260 €

Orígenes del Reino de Aragón

Un viaje cultural desde Madrid para remontar el tiempo hasta los tiempos del románico, en los que se conformó el gran reino peninsular del oriente español: el Reino de Aragón

Desde 490 €

Disfruta con los cinco sentidos y experimenta el sentido de lo ético y estético de la vida

CUIDAMOS DE TI

Cuidamos de ti, nos adaptamos a tu ritmo. Tú eres el protagonista del viaje por el espacio y el tiempo

SIN PRISAS

Saboreamos destinos.
Cultivamos el arte de saber mirar.
Revivimos la Historia, el Arte y la Literatura

Orígenes del Reino de Castilla

Un viaje cultural desde Madrid para sumergirnos en los orígenes medievales de uno de los reinos peninsulares más importantes de la Historia de España: el Reino de Castilla

Desde 260 €

Orígenes del Reino de Castilla

Un viaje cultural desde Madrid para sumergirnos en los orígenes medievales de uno de los reinos peninsulares más importantes de la Historia de España: el Reino de Castilla

Desde 260 €

Orígenes del Reino de Castilla

Un viaje cultural desde Madrid para sumergirnos en los orígenes medievales de uno de los reinos peninsulares más importantes de la Historia de España: el Reino de Castilla

Desde 260 €

Twitter
Facebook
Facebook
WhatsApp
Redacción de Hispanofilia.es

Redacción de Hispanofilia.es

Verificado por MonsterInsights